En 1923, un joven Federico García Lorca
decidió que les haría un regalo navideño
a su hermanita Isabel
y a
los niños de Granada:
Su primer espectáculo de títeres
"La niña que riega la albahaca
y el principe preguntón" y otros entremeses,
harían la delicia de los pequeños,
gracias a los muñecos construidos por
Hermenegildo Lanz y el piano maravilloso
de Manuel de Falla.
Cien años han pasado de la presentación,
en la que una veintena de niños y niñas
disfutaron de la semilla lorquiana que
luego se convertiría en obras de
teatro y títeres aclamadas
en todo el mundo.
Desde el Zaguán queremos recordar
al poeta titiritero
y llevar este regalo
lorquiano a
todos los niños y niñas.
Así nace: Verde que te quiero Verde,
Títeres y Música Lorquiana.